Arregla tus cejas como una profesional

¡Hola, gente! Como ya sabréis, no he estado todo lo atenta que debería al blog, así que para disculparme os traigo una entrada que posiblemente os ayude a ahorrar dinero a la hora de ir al esteticista.
En una entrada anterior (que podéis ver haciendo click aquí) os enseñamos a hacer plantillas para ceja y a emplearlas, pero hoy las arreglaremos de una forma específica para cada uno, proporcionales con nuestro rostro y con su forma natural.

Para empezar peinamos las cejas hacia arriba y recortamos lo que sobre con un tijerín. Podemos repetir la operación varias veces, peinando antes de cada una, para asegurarnos de que no dejamos ningún pelo deigual.

 El siguiente paso consiste en volver a peinar las cejas, esta vez en el sentido de crecimiento del vello, y marcar los ángulos (para ello nos miraremos de frente en un espejo): colocamos un lápiz u otro objeto, como un palito, desde la aleta de nuestra nariz al lagrimal del ojo y obtendremos el punto en el que debe comenzar nuestra ceja. Luego movemos el lápiz desde la aleta a la pupila y marcamos ese punto: ahí estará el arco, la zona más elevada de toda la ceja (quizás tu arco natural esté situado en el borde exterior del iris, lo cual también es admisible). Finalmente unimos la aleta de la nariz con el exterior del ojo y es ahí donde debe terminar la ceja.

Tras retirar los pelos que sobren al principio y al final de nuestras cejas, continuamos con la forma. Lo ideal es que sólo las depilemos por debajo y que no alteremos demasiado su grosor, así será mucho más sencillo mantenerlas bien. Lo haremos con una pinza o con la técnica del hilo, intentanto mantener el mismo grosor desde su comienzo al arco (los que hemos marcado) y haciéndola más fina hacia el final (también marcado). La razón por la que no usamos cera caliente (que para la zona superior sí es recomendada) es que, a la larga, hace que la piel del párpado se estire y cuelgue. Si tenéis miedo de arrancar pelillos que no corresponden lo ideal es marcar con un lápiz blanco o nude los sobrantes:

Si no lo marcáis, podéis poner un poco de aceite en la zona para suavizarla y que los pelos se extraigan más fácilmente.
(Si usais cera caliente de todos modos, aplicando una ligera capa de talco os aseguraréis de que sólo se adhiere al vello y no a la piel. Después quitad los pelillos que se os hayan podido escapar con una pinza.)
Finalmente aplicaos bálsamo en la zona (como gel de aloe vera) para calmar la irritación, y tras su absorción retirad el posible exceso con una servilleta. Si tenéis demasiada rojez y vais a salir es recomendable maquillarse después.
Para el día a día, si vuestras cejas son poco pobladas lo mejor es rellenarlas con una sombra de su mismo color o un poco más clara (nunca negra), y fijarlas con gel es una garantía de que permanecerán perfectas durante todo el día.

¡Espero que os haya servido esta entrada! Seguro que muchas ya conocíais estos métodos, pero para las que no: ahí está.

Aclaro: yo no soy ninguna de las de las fotos, como siempre en estos casos éstas son tomadas del buscador de Google.