¡Hola a tod@s! Hoy os traigo dos sprays caseros para conseguir una piel bronceada y algunos trucos para la aplicación de autobronceadores y demás. He tenido en cuenta que hay lectoras de países que se encuentran en pleno invierno, pero no os preocupéis.
Si vas a tomar el sol: Mezcla en un frasco pulverizador 2 cucharadas de zumo de limón, 2 cucharadas de aceite de oliva y un 1/8 litro de zumo de zanahoria. Agítalo antes de usarlo y extriéndelo bien por toda tu piel (procura usarlo en horas de radiación débil para mayor seguridad, aunque esta preparación dicen que protege del sol).
Si no vas a tomar el sol: Haz una infusión caliente con ¼ de litro de agua y un sobre de té negro y extiéndelo por tu cuerpo con ayuda de un pulverizador. El bronceado será paulatino, no tengas prisa.
Antes de usar cualquiera de estos dos sprays recuerda que para conseguir un bronceado uniforme debes exfoliarte para eliminar pieles muertas que al caerse podrían revelar el tono original de tu piel.
En el caso de emplear un autobronceador comprado, tras exfoliar es recomendable ponerse una crema hidratante para que tanto las zonas secas como las grasas de la piel se equilibren y unas áreas no absorban más producto que otras.
¡Espero que os haya servido de ayuda! Y recordad que comer ciertos alimentos como zanahoria, brócoli, tomate y demás favorecerán un mejor bronceado al sol gracias a su alto contenido en melanina.
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