Bronceadores caseros

¡Hola a tod@s! Hoy os traigo dos sprays caseros para conseguir una piel bronceada y algunos trucos para la aplicación de autobronceadores y demás. He tenido en cuenta que hay lectoras de países que se encuentran en pleno invierno, pero no os preocupéis.

Si vas a tomar el sol: Mezcla en un frasco pulverizador 2 cucharadas de zumo de limón, 2 cucharadas de aceite de oliva y un 1/8 litro de zumo de zanahoria. Agítalo antes de usarlo y extriéndelo bien por toda tu piel (procura usarlo en horas de radiación débil para mayor seguridad, aunque esta preparación dicen que protege del sol).

Si no vas a tomar el sol: Haz una infusión caliente con ¼ de litro de agua y un sobre de té negro y extiéndelo por tu cuerpo con ayuda de un pulverizador. El bronceado será paulatino, no tengas prisa.

Antes de usar cualquiera de estos dos sprays recuerda que para conseguir un bronceado uniforme debes exfoliarte para eliminar pieles muertas que al caerse podrían revelar el tono original de tu piel.

En el caso de emplear un autobronceador comprado, tras exfoliar es recomendable ponerse una crema hidratante para que tanto las zonas secas como las grasas de la piel se equilibren y unas áreas no absorban más producto que otras.




¡Espero que os haya servido de ayuda! Y recordad que comer ciertos alimentos como zanahoria, brócoli, tomate y demás favorecerán un mejor bronceado al sol gracias a su alto contenido en melanina.

¡Un nuevo ingrediente para tu shampoo!

¡Hoooola, personillas! Pues bien, más por casualidad que por otra cosa he llegado a la conclusión de que tengo una infinidad de recetas caseras sobre cosas que le podemos añadir a nuestro shampoo habitual dependiendo de los resultados que deseemos; así que nada, voy a compartiros mis conocimientos (aunque seguro que más de una sabe ya la mayoría).

• Limón: Si le añades zumo de limón a tu shampoo lograrás mayor brillo gracias a su aporte de vitamina C, e incluso se te aclarará el pelo con ayuda del sol. También es una gran arma contra la caspa. Eso sí, no prescindas de tu acondicionador habitual porque puede que te reseque un poco el cabello, y más si te excedes con la cantidad de limón.
• Cebolla: Machaca o trocea una cebolla mediana y añádesela a tu shampoo. Déjalo reposar 15 días y úsalo normalmente. No deja olor en el pelo una vez seco, y el resultado será un cabello brillante y con un crecimiento más rápido; ésto también se puede conseguir, incluso de una manera más notoria, agregando unas 10-15 pastillas anticonceptivas molidas y dejándolas reposar 24h, aunque son algo más complicadas de conseguir y no dejan de ser hormonas.
•  Miel: Con unas cuantas cucharadas de miel lo más natural posible en tu shampoo, tu cabello se suavizará, se nutrirá, tendrá movimiento y brillará como nunca. Déjalo reposar 2 días antes de usarlo. No deja el pelo pegajoso para nada, huele muy bien y aporta unos reflejos dorados preciosos (si tu cabello es negro y no quieres iluminarlo calienta la miel antes de agregársela durante 30 segundos en el microondas: de esta manera eliminarás su peróxido natural sin afectar al resto de sus propiedades).
•  Bicarbonato: Añadiendo una cucharadita de bicarbonato a nuestro shampoo conseguiremos quitar de nuestro cabello restos de otros productos, a modo de exfoliante, por lo que brillará más y evitará la caspa.

Y esto ha sido todo por ahora... ¡Ya echaba de menos estos trucos caseros! Si conocéis algún otro o los habéis probado no dudéis en comentar, vuestra opinión es importante. ¡Un saludo!